«Hay que saberse el texto como el padrenuestro»

Belén Monge
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Con apenas seis o siete años, Marta Gutiérrez-Abad ya apuntaba maneras de su futuro como actriz.

Imagen de la actriz Marta Gutiérrez-Abad. - Foto: Javier Pozo

Con apenas seis o siete años, Marta Gutiérrez-Abad ya apuntaba maneras de su futuro como actriz «Era el monillo de feria», afirma mientras la entrevistamos. Había terminado los estudios de Delineante y afrontaba el segundo curso de  Ingeniería Topográfica cuando le ofrecieron trabajar con Carlos Larrañaga. Ahí decidió dejarlo todo, incluida su tierra, Guadalajara, y marchar a Madrid para dedicarse en cuerpo y alma al oficio de la interpretación. Probó el teatro y se enganchó. Es creativa, inquieta, romántica, y con suficiente tesón como para acabar cualquier proyecto que se proponga.   

¿Quién es Marta Gutiérrez-Abad?
Siempre llevo por bandera ser alcarreña de pura cepa. Creo que las raíces nos marcan el carácter, la manera de hacer las cosas, y mi raíz está en Guadalajara, en mi padre y en mi madre, que también son de aquí. Soy una mujer sencilla a la que le gusta y necesita crear, en todas sus facetas.     

¿Cómo llega a ser actriz?
Desde muy joven supe que no quería un trabajo mecánico sino que necesitaba crear. A la gente que me conoce nunca le sorprendió que quisiera dedicarme al mundo de la interpretación. Desde muy pequeña era como el monillo de feria. Me subía a la silla, y lo mismo te cantaba La Zarzamora, María de las Mercedes o La de la Mochila Azul... Mis primeros pasos como actriz fueron con el Grupo Antorcha. A partir de ahí  participé, en varias ocasiones, en el Festival Medieval de Hita y actué como la sombra de Doña Inés en El Tenorio Mendocino. Posteriormente, ya con la compañía Escarramán Teatro empece a trabajar de forma semiprofesional. Tras realizar un casting, me llamaron para actuar con Carlos Larrañaga. Casi me da algo. A partir de ese momento di el salto al teatro profesional y comercial, con la función Las mujeres de Jack. En un fin de semana me estudie mi papel. No podía permitirme que pudieran pensar que no estaba a la altura. 

¿Te sientes una actriz fundamentalmente de teatro o más versátil?
He trabajado en cine y en televisión, pero donde más experiencia tengo es en teatro, en todos los géneros, desde clásico, pasando por zarzuela, revista y comedia. Desde hace unos años también desempeño  tareas en la parte técnica, en Producción y como ayudante de Dirección. Esto me da una visión global de mi profesión que me ayuda mucho a desenvolverme mejor. 

En cualquier caso, para mí, hacer teatro, el contacto directo con el público, es lo más completo. Ahí se produce una transferencia de energías que te atrapa, es una droga que engancha. Sin embargo, muchos de nosotros comentamos tranquilamente que si nos saliera una serie sería fantástico porque, el que te salga un personaje fijo durante un tiempo supone también un ingreso más fijo. El actor o actriz siempre está a un clic de que le cambie la vida por completo, de ganar mucho dinero y de hacerse más popular.  

¿En qué proyecto está inmersa?
Participo junto a Emilio Gutiérrez Caba y María José Goyanes en la función de teatro Galdós Enamorado 2023, con la que estuvimos en el Buero Vallejo el pasado 9 de febrero. También colaboro en la Producción junto a Salvador Collado. 

¿Considera que es una profesión mal pagada?
Fernando Fernán Gómez decía que nos pagaban por esperar, por estar disponibles. Lo cierto es que, a veces, te arruinan todos los planes y no puedes decir que no. Creo que no está mal pagada, pero cada vez te piden más por el mismo precio. Antes, para la parte técnica, había un técnico de luces, otro de sonido, sastre; ahora, de repente, la gerente hace sastrería o el técnico de luces hace sonido. En el caso de los actores, antes, el coche de producción te recogía en casa para cualquier serie y cuando acababas te llevaba de nuevo. Hoy,   ya no suele ser así. Hay un poco de rateo, pero es algo que, en general, está pasando en más profesiones. 

Esta muy idealizado este oficio. No estamos todo el día en alfombras rojas y eventos. Hay actores y actrices que tienen que estar haciendo a la vez otros trabajos que no tienen nada que ver con la profesión y que están mal de dinero, incluso hay quien ha tenido que dejarla una temporada y quien, ya con años, ha tenido que volver a compartir piso. 

¿Te consideras feminista?
Defiendo los derechos de las mujeres y que haya igualdad. La Fundación Aisge, la Sociedad de Gestión de Derechos de Imagen de los actores, acaba de presentar un estudio sociolaboral y una de las cosas que indica es que no hay igualdad entre hombres y mujeres. Es una carencia que hay que afrontar.  

¿Manías o supersticiones?
No soy nada supersticiosa. En Galdós Enamorado saco unas zapatillas con algo de color amarillo. Tenía al productor todo el rato detrás diciéndome que no podía estrenar con ese calzado, pero lo dije que yo salía así al escenario. 

También soy romántica. Las giras no son como hace años, y aunque hoy apenas estas unos días en cada teatro, siempre llevo en la maleta para ponerlo en mi camerino la foto de mi padre, dibujos de mis sobrinas y un pañito blanco, de encaje de bolillos, que me hizo mi madre. Es algo que me enseñó cuando estaba empezando Marisa Lahoz.  Desde entonces, aunque vaya un solo día a actuar a un sitio, siempre saco mi pañito blanco y pongo sobre él algo que me haga sentir bien. Además, , antes de salir a escena me gusta perfumarme.  

¿Qué cualidades debe tener una buena actriz?
Es muy importante estudiar y saberse el texto al dedillo. Para poder interpretar bien un personaje y sentir esa emoción, hay que saberse el texto como el padrenuestro. La capacidad de escucha es también primordial. No hay nada peor que encantarse a uno mismo.

¿Cómo te preparas antes de salir al escenario o de grabar una serie o película?
Caliento la voz y hago algunos ejercicios para ejercitar los músculos de la cara. Me gusta peinarme y maquillarme en el camerino y suelo dedicar siempre la función a alguien.     

¿Tienes al gún papel o personaje favorito para interpretar?
He interpretado personajes muy diferentes, y, como actriz, estoy abierta a cualquier papel. Si me gustaría hacer algo en cine de terror. y en cuanto al teatro, la comedia, sin duda, es muy agradecida. 

¿Algún referente en su trayectoria?
Siempre he considerado a Luis Dorrego uno de mis maestros. Me enseñó mucho en mis comienzos. El director Antonio Hernández también me dio oportunidades en el cine; el ritmo de la comedia lo aprendí con Carlos Larrañaga. Ahora estoy absorbiendo muchísimo de Emilio Gutiérrez Caba, un genio de la escena con el que, por suerte, estoy en varios proyectos.

¿Considera que han cambiado los gustos del público a la hora de ir al cine o al teatro?
Creo que, en general, la gente tiene más ganas de ver comedia. También hay una tendencia exagerada a los musicales.

¿Cómo te gustaría verte de aquí a unos años?
Me gustaría seguir trabajando en este oficio. Para mí, el contacto con el teatro es primordial, pero me encantaría que me saliera un personaje potente en alguna película o en una buena producción cinematográfica.

¿Cómo ve el proyecto de la 'Ciudad del Cine' que se plantea para el Fuerte de San Francisco?
He estado en el Fuerte buscando localizaciones donde rodar cuando llevaba una dirección de Arte y también viendo rodajes y creo que Guadalajara es una capital a la que le va muy bien  el proyecto de la 'Ciudad del Cine'.  Sería bueno para toda la provincia, e incluso se podría abrir no solo al Fuerte sino mucho más y dar oportunidad a las productoras para que rueden más allá de este espacio. La gente de Guadalajara se va a Madrid, y habrá que hacer cosas para que sea Madrid la que venga a Guadalajara.  

¿Cómo ve la cantera de actores y actrices que han salido de esta provincia en busca de la fama?
De aquí han salido buenos actores: Laura Galán, Javi Mejía, Abigail Tomey... También los hay formidables entre los aficionados que participan en el Tenorio Mendocino.

¿Proyectos futuros?
Esta todo muy incipiente pero hay algunos proyectos teatrales.

¿Cree que el teatro llega igual a las nuevas generaciones o ahora se demandan más nuevos formatos como el microteatro?
Los jóvenes quieren consumir rápido y les cuesta más sentarse horas a ver una obra de teatro o una película. Las nuevas generaciones son muy digitales y están muy pegadas a las nuevas tecnologías. Nuestro espectador suele ser de mediana edad, no hay muchos chavales.  

Hay pocos papeles para mujeres maduras. ¿Es difícil sobrevivir en esta profesión a partir de determinada edad siendo mujer?
Si. Cuando llegas a los 50, empiezas a desaparecer porque se escriben pocos personajes para mujeres maduras. También hay una edad, los 40, en la que no te escogen ni para actuar como hija ni tampoco tienes edad para hacer de madre. Creo que se deberían escribir más personajes para mujeres maduras.   

¿Afecta ya a vuestro sector la llegada de la Inteligencia Artificial?
De momento, a quienes más puede afectar es a los dobladores. Hay mucha preocupación porque los avances tecnológicos van más rápidos que la legislación.  

¿Cómo ve el futuro del teatro en España hoy? ¿Y el precio? 
Las giras hoy no tienen nada que ver hoy con las que se hacían años atrás. Se está entrando en un bucle en el que todos arriesgan poco. El teatro es para los valientes. 

El precio de los espectáculos teatrales en Guadalajara está muy bien. El que diga que el teatro es caro, pone una excusa barata. El que no va  es porque no le da la gana. Desde estas líneas quiero animar a la gente a disfrutar del teatro y del cine en las salas, que es donde hay que verlo.