La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), primer sindicato de la Función Pública en Castilla-La Mancha, lamenta que la gestión del programa del Banco de Libros, una iniciativa magnífica que ahonda en los valores de la solidaridad y la sostenibilidad, haya supuesto un auténtico quebradero de cabeza para los centros educativos en un final de curso repleto de procesos administrativos y evaluaciones.
Este programa para la reutilización gratuita de recursos por parte del alumnado en todas las etapas no universitarias, "se ha gestionado tarde, con un decreto que se publicaba en el Diario Oficial el 10 de junio, y además llega en el peor momento", explica el presidente de CSIF Educación Castilla-La Mancha, Juan Luis Martínez.
No en vano, se ha implantado de manera obligatoria en todos los centros públicos en un tiempo récord en el que los docentes y familias apenas han sido informados, y de hecho el plazo de entrega de material comenzaba el pasado jueves y finaliza este viernes, 28 de junio, pudiendo ampliarse hasta el 5 de julio en Bachillerato. De acuerdo a la normativa, el equipo directivo debe velar por el buen funcionamiento del programa junto a una persona responsable del programa designada por la dirección.
La gestión de este Banco de Libros "es otra vuelta de tuerca más para los equipos directivos y los docentes implicados en un final de curso donde la burocracia es desbordante, con las evaluaciones por competencias, evaluaciones, revisiones de notas, claustros de programación, informes de curso, comisiones de coordinación pedagógica, etc.".
Para recibir el material del próximo curso, las familias que participen en el programa deben entregar los libros y material del curso finalizado. Si las familias no disponen de libros del curso concluido, o no lo tienen completo, pueden participar mediante una compensación económica (75 euros para Primaria y 100 euros para Secundaria y Bachillerato en el caso de lotes completos, o 15-20 euros en el caso de ejemplares sueltos). En este caso, son los secretarios de centro los que también ven incrementada su carga laboral durante la primera quincena de julio y la primera quincena de septiembre.
Desde CSIF se insiste en la necesidad de incorporar a personal administrativo a los centros para asumir todos aquellos procesos burocráticos que no son de competencia docente, entre ellos el Banco de Libros. "Hay un enorme malestar entre el profesorado y entre los secretarios de los centros, están desbordados", concluye Martínez.
El Banco de Libros está conformado no sólo por libros de texto, en papel o en formato digital, sino también con materiales curriculares, incluso los recursos elaborados por el equipo docente para el desarrollo de una materia, área o módulo, o para las adaptaciones curriculares del alumnado con necesidades específicas de atención educativa.
Balance negativo del curso 2023-2024. CSIF insiste en que la educación pública arrastra recortes desde 2012 que todavía no han sido superados y se aferra a una hipotética hoja de ruta de un acuerdo vacío de compromisos concretos que los perpetúa.
Martínez sostiene que "mientras otras comunidades han bajado el horario lectivo a 18 horas en Secundaria y 23 en Maestros, aquí estamos por encima y así seguiremos el próximo curso", un apartado al que se suman "las ratios elevadas, la discriminación que sufren los interinos o una burocracia que no cesa".
Esta situación explica los malos resultados que obtiene Castilla-La Mancha en los últimos informes PISA publicados. "Estamos en el furgón de cola, necesitamos reformas estructurales y una verdadera apuesta educativa, pero en lugar de eso la Consejería se dedica a tratar de confundir al profesorado y de dividir a las organizaciones sindicales", explica Martínez.
Así, CSIF señala que en el inicio del próximo curso se mantendrán las movilizaciones si la Consejería de Educación no se sienta a negociar un verdadero acuerdo por la reversión de los recortes y la mejora de las condiciones laborales del profesorado.
Por último, sobre las oposiciones al Cuerpo de Maestros celebradas el pasado sábado, CSIF considera que la oferta continúa siendo insuficiente, ya que la estimación es que tras las 1.133 plazas ofertadas la tasa de interinidad se situará en el 14,37 por ciento, todavía lejos del objetivo de llegar al 8 por ciento de interinidad a final de año.
Además, la Consejería de Educación debería haber designado tribunales de oposición de todas las especialidades en las cinco provincias.