Es la corrupción. Una pandemia más fuerte que el COVID, que la gripe y que el sarampión. No existe vacuna. Los que han intentado ponerle coto lo han hecho haciendo malabares con el código penal. Que si investigado ya no es lo mismo que imputado, con lo cual el corrupto puede seguir en el cargo, que si no se ha llevado nada él personalmente y ha robado para otros, -asunto Junts Catalan-, no ha cometido el delito de prevaricación …
Todos intentan acotar el código penal para que no le llegue a ellos, recortan a un año la posible investigación según el art. 324 del código penal y si en ese año no hay una resolución para imputar al investigado, se archiva.
Lo que está ocurriendo estos días ya es un delirio político. Lejos queda ya Bárcenas, la Gürtel, Filesa, el hermanito de Alfonso Guerra… La corrupción sigue.
Pero ahora la cosa ha tomado otros derroteros: los corruptos acopian pruebas para defenderse de un posible ataque de los suyos en caso de que los investiguen judicialmente. No dimite ni el tato. Ábalos se agarra a su sillón sabiendo que su voto junto con el de Coalición Canaria puede ser crucial. Koldo dice que va a tirar de la manta, y no sabemos que hay debajo; Aldama se pone con la mano en jarras y dice que tiene pruebas contra varios ministros, y por último Juan Lobato, que desconfiando de las fuentes de dónde le había llegado la información confidencial referida al novio de Ayuso, se fue a un notario y levantó acta de los whatsapp recibidos para que no le echen la culpa de haber sido él quien reveló los secretos. Tampoco dimite. Va en un barco con diez cañones por banda y cuyo capitán es el Fiscal General.
Lo que estamos viviendo no es nada que haya pasado ahora, es un batiburrillo entre la Delcy, sus maletas, las subvenciones para rescatar a una aerolínea, las mascarillas, los sobornos, las mordidas. Pero hay un denominador común en todo ello, los actores conservan ordenadamente las pruebas para amenazar a otros políticos, si vienen mal dadas.
No les basta con los coches oficiales, no les basta con los viajes en primera, con las dietas, con los sueldos de los asesores … quieren más. Quieren salir de la política forrados y si puede ser con nacionalidad dominicana, desde donde no hay extradición. Piratas del Caribe 2. Las monedas de oro del tesoro del pirata ahora viajan en maletas, pero también vienen del Caribe.
La clave es manejar la televisión pública para que solo hablen los esbirros del poder. Ya lo hizo Felipe. Pero ahora hay cadenas privadas que tienen más audiencia si denuncian que si se callan. Habrá que crear otra televisión privada acólita para equilibrar las fuerzas.
Lo único que nos quedaba era el periodismo independiente, sin vitola, pero el poder ha encontrado otra fórmula, hacer que los presidentes del Ibex no contraten publicidad con los apestados, y pueden. «No se meta Vd. en política» decía Franco cuando no quería que se airease algún escándalo. Parece que la frase viene al pelo, y es que está todo inventado.