Cesa el bombeo de agua para inundar Las Tablas de Daimiel

EFE
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Se han conseguido crear "unas condiciones similares a las del año pasado", al haberse alcanzado en la escala de Puente Navarro una cota de 605,34 metros, que era el objetivo marcado

Cesa el bombeo de agua para inundar Las Tablas de Daimiel - Foto: Rueda Villaverde

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, ha cesado este viernes el bombeo de agua a través de los pozos de emergencia puestos en marcha para garantizar la inundación suficiente del humedal y garantizar así las condiciones adecuadas para garantizar el período reproductivo de las aves acuáticas.

Así lo ha explicado a la Agencia EFE la directora general de Medio Natural y Biodiversidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Susana Jara, quien ha señalado que los técnicos del Parque Nacional han informado de que con los aportes de agua procedentes de los pozos de emergencia tras su activación el pasado mes de diciembre, se han conseguido crear "unas condiciones similares a las del año pasado", al haberse alcanzado en la escala de Puente Navarro una cota de 605,34 metros, que era el objetivo.

Esto, ha dicho la directora general, permite garantizar un proceso de desecación estival similar al del año pasado, que dio tan buenos resultados y, por otro lado, desde un punto de vista biológico, permite garantizar que se lleve a cabo el periodo reproductivo y de cría "con el mayor éxito posible".

Ahora mismo, ha añadido, hay inundadas un poco más de 560 hectáreas y se han consumido de los 10 hectómetros cúbicos concedidos por parte de la Confederación de Guadiana, 7,57 hectómetros cúbicos.

En diciembre solo 62 hectáreas inundadas

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel activó a finales del mes de diciembre la batería de pozos de emergencia para inundar el humedal para prevenir la posibilidad de que se produzcan incendios por autocombustión de las turbas, ya que apenas contaba con 62 hectáreas inundadas.

Por ello, la puesta en marcha de los pozos de emergencia tenía como fin mitigar la falta de agua que sufre el Parque Nacional como consecuencia del uso que se hace para la agricultura en la zona, lo que ha provocado que desde hace décadas este espacio natural no reciba los aportes naturales de agua que tradicionalmente recibía del Acuífero 23, declarado como sobreexplotado de forma provisional en 1987 y de forma definitiva en 1994, y de los ríos Guadiana y Gigüela.

De hecho, en los últimos años las Tablas de Daimiel se sustentan mediante las extracciones de agua de los pozos de sequía, de los que se pueden verter en el Parque Nacional un total de 10 hectómetros cúbicos al año, más dos hectómetros cúbicos adicionales de las concesiones propias con las que cuenta el parque.

Según el Plan Rector del Parque Nacional, las Tablas deberían contar con un mínimo de 1.400 hectáreas inundadas a comienzos de primavera y 600 hectáreas a finales de verano.