La comarca molinesa fue la más afectada por la DANA en la provincia de Guadalajara, especialmente, las localidades de Villel y Algar de Mesa. Sin embargo, Molina de Aragón también registró importantes daños materiales a raíz de la crecida del río Gallo, que estuvo a punto de desbordarse a su paso por la localidad.

Una de las consecuencias que se lleva arrastrando desde que aconteciera el trágico temporal, hace ya más de una semana, es la falta de sumnistro de agua potable en la capital del Señorío debido a las filtraciones de lodo registradas en la zona de captación, ubicada a unos cinco kilómetros del caso urbano, las cuales produjeron la contaminación del líquido elemento. Desde entonces, los vecinos han podido utilizar el agua del grifo para tareas de limpieza o para el uso de las cisternas del baño, pero no para beber al no ser apta para el consumo humano.

Sin embargo, tal y como confirma a 'La Tribuna' la concejal del Ayuntamiento molinés, Pilar Muñoz, el agua "ya sale clara y limpia" por los grifos de las casas, por lo que se espera que en "uno o dos días" pueda autorizarse su consumo, una vez que sea confirmado por los análisis que realicen los servicios sanitarios. Hasta ese momento, la Diputación Provincial continuará abastaciendo a la población de agua potable mediante el reparto de garrafas como ha venido haciendo desde la semana pasada. 

Hay que señalar que la crecida Gallo provocó inundaciones en varias casas y garajes del municipio colindantes con el caude del río. Además, el desbordamiento del riachuelo La Cava, que también atraviesa una parte de la localidad, afectó de manera importante al pabellón deportivo municipal, donde el nivel del agua alcanzó varios palmos. Desde entonces, operarios municipales y voluntarios realizan labores de limpieza para que pueda volver a estar operativo lo antes posible. "La pista ya está lista y queda por limpiar los baños y vestuarios", detalla Pilar Muñoz.