Las abundantes lluvias de marzo no niegan el cambio climático

EFE
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«Si la tendencia es hacia una disminución de las lluvias, un mes lluvioso no la desmiente», asegura el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo

Las abundantes lluvias de marzo no niegan el cambio climático - Foto: David Pérez

Las abundantes lluvias de marzo en España, que han provocado crecidas de varios ríos que pasan por Castilla-La Mancha, no niegan la existencia del cambio climático, como afirman mensajes en redes sociales, puesto que un mes más lluvioso no invalida la tendencia al alza de las temperaturas y las alteraciones en el patrón de precipitaciones a escala global.

Las lluvias récord de marzo no refutan la existencia del cambio climático ni contradicen las predicciones en el patrón de precipitaciones, que vaticinan sequías más intensas y largas y lluvias más torrenciales, según constatan expertos consultados por EFE Verifica y datos de diversos organismos.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, precisa que el «cambio climático es un fenómeno global y a largo plazo y por ello no se pueden sacar conclusiones» a partir de un dato aislado. «Si la tendencia es hacia una disminución de las lluvias, un mes lluvioso no la desmiente», asegura.

En este sentido, Ernesto Rodríguez Camino, presidente de la Asociación Meteorológica Española (AME), señala que el cambio climático conlleva «cambios en el patrón de precipitaciones», con más lluvias torrenciales y sequías más largas.

Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), desde la década de 1950 ha aumentado la intensidad y frecuencia de las sequías a escala global y, concretamente, en la cuenca del mediterráneo la crisis climática está causando un aumento de este fenómeno debido a una mayor evapotranspiración. Además, este organismo predice con «alta confianza» que las precipitaciones descenderán en esta región.

Por otro lado, el portavoz de la Aemet explica que la ruta común de las borrascas —que circulan de oeste a este y atraviesan el Atlántico por una ruta situada al norte de nuestras latitudes— ha estado bloqueado por «sistemas de altas presiones» instalados en el norte de Europa. Ello «ha propiciado que las borrascas hayan tenido que circular por una ruta menos habitual, que les ha conducido directamente hacia la Península Ibérica», añade.

La relación de este anticiclón con el cambio climático se deberá determinar con «estudios a posteriori», aunque es algo que pasa «con mucha frecuencia» en este periodo del año, señala.