La crítica -
Por Juana Samanes
¿Todos los genios son seres humanos raros? Sobre esta pregunta bascula este biopic musical que narra el meteórico ascenso de Bob Dylan a icono en poco más de cinco años. Lo hace narrando la historia real de la vida de este cantautor, uno de más famosos de Estados Unidos.
En el año 1961 llega a Nueva York un misterioso joven procedente de Minnesota. Muy rápido, debido a su talento indiscutible para la música, establece relaciones de amistad con figuras respetadas de la música folk que le abren sus puertas, pero este enigmático joven parece que no tiene suficiente con convertirse en una estrella de ese tipo de música.
A complete Unknown ha sido nominada para los Óscar en ocho apartados, algunos tan importantes como mejor película, mejor actor o mejor director, y se lo merece porque, además de ser un magnífico fresco de la agitada situación de la sociedad americana en aquellos años tratando asuntos como la lucha por los derechos civiles, la justicia social o la Guerra fría, igualmente aborda las consecuencias derivadas de la fama así como la personalidad del famoso artista y su evolución, para él necesaria, como cantautor. Todo ello narrado no solo a través de los acontecimientos que ocurrieron en esos cinco cruciales años sino también mediante las canciones que compuso, perfectamente engrasadas en la historia por el director James Mangold.
En este retrato de los iconos de la música de Greenwich Village, los aficionados a la música folk recordaran a personalidades como a Joan Baez, Johnny Cash, Pete Seeger o Woody Guthrie. Pero siendo este un aspecto atractivo, todavía lo es más conocer que las canciones están interpretadas en directo por los propios actores. . Sobresale, por méritos propios, Timothée Chalamet que interpreta a Bob Dylan y que canta temas fantásticos de aquellos años como "Mr Tambourine", "Girl From The North Country" , "Blowin' in the Wind" o "Los tiempos están cambiando", por citar los más renombrados, que canta de maravilla. Algo que no es casual porque Chalamet se dedicó a estudiar y prepararse de forma intensa musicalmente durante cinco años, algo que se nota.
Que lo que vemos en pantalla es auténtico puede confirmarse porque el productor Jeff Rosen, representante de Dylan durante mucho tiempo está detrás de este proyecto. Para ello adquirió los derechos del libro, de 2015, del escritor Elijah Wald titulado "Dylan Goes Electric!: Newport, Seeger, Dylan, and the Night That Split the Sixties", a lo que en esta película se añaden datos que incluyó en sus memorias Joan Baez sobre la tormentosa relación que mantuvieron ambos. Porque, de nuevo, este drama musical demuestra que "El ídolo tenía los pies de barro", porque si nadie duda de que Dylan es un genio musical, en sus relaciones personales no estaba a la altura, se le describe como un desagradecido con sus amigos, su primera novia en NY y cuantos se pusieron en su camino.